Aquí el tiempo respira
Las calles son de tierra, pero también de sueños.
Los ríos no sólo refrescan el cuerpo,
también lavan las preocupaciones del alma.
San Marcos es refugio de artistas,
hogar de viajeros que llegaron una vez
y nunca pudieron irse del todo.
Aquí la bohemia tiene casa,
la miel tiene fiesta,
y el canto de los pájaros se mezcla con guitarras al atardecer.
Este pueblo no se recorre:
se habita, se escucha, se comparte.
San Marcos Sierras es abrazo de monte y poesía,
es fuego encendido,
es palabra sencilla,
es libertad en estado puro.
Quien llega, entiende.
Quien se queda, ya nunca parte del todo